martes, 2 de diciembre de 2008

Algo más sobre Sartre



Acabo de terminar de leer "Las Moscas", drama en tres actos, y así resumo la impronta que me deja:

"...la vida humana empieza del otro lado de la desesperación"

"Las moscas" es una parábola sobre un pueblo atormentado por remordimientos y culpas ancestrales (en este caso, tomando como base el mito de Clitemnestra y Egisto - éste último, amante de la reina Clitemnestra, mata al rey Agamenón y se autoproclama rey de Argos, ante la mirada pasiva y condescendiente del pueblo). Cómplices de este crimen primigenio, los habitantes de Argos se consagran al culto de profesar sus culpas, llenos de miedos y remordimientos absudos("perdonad que vivamos mientras vosotros estáis muertos"; "no nacimos a propósito y nos avergonzamos mucho de crecer"). Pero la autocompasión es una "excusa" (referencia a "El existencialismo es un humanismo).
Orestes, hijo de Agamenón, quien regresa a Argos para vengar a su padre matando a Egisto y Clitemnestra, dice al dios Jupiter, reflexionando sobre el crimen que ha cometido:
"ayer yo tenía una excusa: eras mi excusa de existir porque me habías puesto en el mundo para servir tus designios, y el mundo era una vieja alcahueta que me hablaba sin cesar de ti" "Pero de pronto la libertad cayó sobre mí y me traspasó, la naturaleza saltó hacia atrás, y ya no tuve edad y me sentí completamente solo, como quien ha perdido su sombra y ya no hubo nada en el cielo, ni bien, ni mal, ni nadie que me diera órdenes"
Y acá se revela el existencialismo en todo su esplendor: Orestes es libre y absolutamente responsable. No tiene excusas, es un paria, aborto de la naturaleza, un exiliado.
"Extraño a mi mismo, lo sé. Fuera de la naturaleza, contra la naturaleza, sin excusa, sin otro recurso que en mí...estoy condenado a no tener otra ley que la mía...sólo puedo seguir mi camino. Porque soy un hombre, Júpiter, y cada hombre debe inventar su camino"
"Tú eres un Dios y yo soy libre; estamos igualmente solos y nuestra angustia es semejante".

El remordimiento aparece, entonces, como un lejano sueño de aquellos que existen cómodamente bajo el yugo de una fuerza superior que los exime de ser responsables de su propio destino. La recompensa del hombre libre es el exilio y la angustia de estar completamente solo.

El destino de Orestes culmina con un acto desconcertante, desde mi punto de vista: Orestes se dirige al pueblo y pretende cargar con sus faltas y remordimientos al hacerse cargo del crimen de Egisto, y de esta manera, se aleja conjurando a las Erinias (divinidades de la venganza y remordimiento) a que lo sigan y se aparten de los atormentados pobladores de Argos. Digo desconcertante porque no me explico como un hombre que se sabe libre y absolutamente responsable podría creer en la validez de un acto de redención de los otros, aunque quizás el final puede entenderse más desde un punto de vista literario que filosófico. Después de todo, Sartre decía que él nunca quiso ser un intelectual, sino solamente un escritor.

martes, 18 de noviembre de 2008

Mis mediodías con Sartre


En estas épocas primaverales y de poco trabajo, suelo escaparme los mediodías al río para caminar un poco, escuchar algo de música, fumar algunos cigarritos y leer.
Como el libro de Miller era demasiado pesado para transportarlo de acá para allá, decicí retormar a Sartre ("Las palabras"), que convenientemente se adaptaba mejor a las dimensiones de mi cartera, y me sorprendí de encontrar algunas líneas de su historia que (creo) se conectan con la mía, a saber:

" Mi verdad, mi carácter y mi nombre estaban en manos de los adultos; yo había aprendido a verme con sus ojos; yo era un niño, ese monstruo fabricado con sus pesares. Cuando estaban ausentes, dejaban tras de sí su mirada..."
"...sin palabras, sin formas ni consistencia, diluida en esta inocente transparencia, una certeza transparente lo estropeaba todo: YO ERA UN IMPOSTOR"
"Me volvía hacia las personas mayores, les pedía que garantizasen mis méritos: así me sumía en la IMPOSTURA"
"Era un FALSO NIÑO...sentía que mis actos se cambiaban en GESTOS. La COMEDIA me hurtaba el mundo y los hombres"

Esa niñez desubicada en un entorno de adultos me suena familiar. Quizás, como el caso de Sartre, buscando un lugar en ese mundo de adultos es que me perdí en la impostura, en la necesidad de verme con los ojos de los adultos, en la costumbre de trocar mis actos en gestos, comedia, ritual. O quizás esto no sucedió en mi infancia, sino más bien en la juventud y hasta ahora. Esa mirada de los otros siempre está conmigo: cuando no hay "otros", yo cumplo ese rol, para seguir observándome desde fuera, como una espectadora de mi propia historia.
"Visto, yo me veía", decía Sartre.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Scatterbrain

Creo que hoy entiendo mejor que nunca el significado de "scatterbrain". Me doy cuenta que no logro encauzar mi pensamiento hacia algo útil, estoy desconectada, dispersa, aporreada por ideas ajenas y fantasías escurridizas, atrapada en la mirada de los otros (real o ficiticia), peleando contra el viento, cediendo al comfort y el pensamiento fácil...perdiendo de vista lo trascendental. Necesito limpieza, vacío, apocatástasis (de dónde saqué esta palabra?!), necesito aprender a meditar!

Contexto: reflexiones de sábado por la noche, escuchando Radiohead mientras invado blogs ajenos y me invento una compañia imaginaria para pasar el rato...

viernes, 14 de noviembre de 2008

Neighborhood

Estoy tan ridículamente conmovida por esta canción, no puedo pensar en otra cosa. Estoy sentada en mi escritorio, con los auriculares y esta canción sonando a todo volumen. Mi cuerpo está en la oficina, pero mi mente está en otra parte, volando a grandes alturas, quién sabe por dónde...trato, por todos los medios, de contenerme para no salir volando yo también (aténme a la silla, por favor!), de que la cara no se me transfigure en una mueca de total excitación y no se escuche este sollozo interior que va creciendo en línea con el crescendo musical...
Hay algo nostálgico en esta canción, reminiscencias de pequeños sueños infantiles, de esos que se graban en algún lugar recóndito de la mente y nunca se borran. Alianzas, secretos, fantasmas. Esa añoranza de la niñez me embriaga de algo parecido al dolor y al sosiego, a la vez, como ese aire que se respira en las noches de verano, esa fresca calma después del calor...
En fin, sensaciones y más sensaciones...buenos momentos, gracias Arcade!

martes, 10 de junio de 2008

Radiohead, hasta que la muerte nos separe

Este post tiene el único propósito de manifestar solemnemente mi total devoción hacia Radiohead, como testimonio imprescriptible, compromiso indeclinable,
Pasará el tiempo y muchas cosas podrán perder su sentido o recuperarlo, pero siempre voy a amar a esta banda,

He dicho,


jueves, 29 de mayo de 2008

Como un dolor de muelas (2)

Imposible concentrarse con este tema rondando mi cabeza, como un dolor de muelas (literalmente)

Adivinen qué? hoy me ataca la monotonía nuevamente. Suena el despertador esta mañana y me pregunto: así van a ser todos los días del resto de mi vida? en esta cama u otra, despertando sola, maldiciendo mi suerte? me arrastro al trabajo y me pierdo en mi misma, escribiendo estas líneas inútiles, desvaríos virtuales. Me da miedo esta vida sin propósito, este comfort de mentiritas, esta inercia invencible. Pero me voy a seguir levantando, sin heroísmos sino por pura cobardía, alentando pequeñas esperanzas que pasarán como nubes de verano.

Quisiera despertarme y no saber nada de este mundo, olvidar la ortografía, los usos y costumbres, no saber caminar ni subir escaleras, no recordar los idiomas ni las profesiones, olvidar la escuela y la familia, las revoluciones y los compromisos. Empezar de nuevo, y romper el molde...

«El pájaro rompe el cascarón. El cascarón es el mundo. Quien quiera nacer, tiene que destruir un mundo. El pájaro vuela hacia Dios. El dios se llama Abraxas.»

Como un dolor de muelas

Querido subcomandante, mal y tarde, aquí te adelanto la letra de la canción que saldrá en febrero.

Con ganas de verte pronto.

Todos los abrazos, Joaquín Sabina.



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"Al Subcomandante Marcos"



"¿Dónde encontrar una excusa para tan terca mudez? Sucede que, cada vez con mayor saña, las musas se vengan de quien abusa del ripio y el do, re, mi. Qué puedo contarte a ti, que no sepas de memoria, si andas cambiando la historia con la tinta y el fusil."



"Bastaría con que en las actas chiapanecas del dolor, conste que mi corazón es una ciencia inexacta, que a regañadientes pacta, con la razón militante. Ojalá, subcomandante, al cabo de este pregón merezca tu absolución, este afónico cantante."



"Pero, elige con cuidado a quién diriges tus cartas, porque hay leyendas que infartan al ánimo más templado."



"¿Cómo puede merecer corresponsal tan bragado quien desde el mejor hotel de Cancún o de Sevilla oye hablar de la guerrilla como quien oye llover? Y, sin embargo excluido de partidos y banderas, me conmueve tu manera de no darte por vencido, de disputarle al olvido la hoguera del porvenir, de desempolvar la crin del caballo de Zapata, de matar a los que matan, de enseñarnos a vivir."



"Me encargaste una canción y por décimas te salgo, hace meses que cabalgo sobre la contradicción de restaurar la emoción, en tiempos tan iscariotes, con la mano en el escote del verso a la antigua usanza. Así hablaba Sancho Panza con mi señor Don Quijote. Por lo demás, cuídate, cuando vengan por las malas, que no te rocen las balas, que no te falte papel, ni frijoles, ni mujer, que la virgen lacandona te esconda bajo su lona. Te lo pide un gachupín que se despierta en Madrid soñando con tu persona."




Como un dolor de muelas

(Letra: Subcomandante Marcos, Joaquín Sabina / Música: Pancho Varona)




Como si llegaran a buen puerto mis ansias,
como si hubiera donde hacerse fuerte,
como si hubiera por fin destino para mis pasos,
como si encontrara mi verdad primera,

como traerse al hoy cada mañana,
como un suspiro profundo y quedo,
como un dolor de muelas aliviado,

como lo imposible por fin hecho,
como si alguien de veras me quisiera,
como si al fin un buen poema me saliera...
una oración.

Como si la arena cantara en el desierto
los cantos de sirena del mar Muerto,
como si para crecer sobraran las escaleras,
como si escribiera un ciego un libro abierto.

Ven a poblar el zócalo de ojos,
siembra de migas de pan caliente
mis canas de alcanfor adolescente.

Ponle al sordo voz y alas al cojo,
bendice nuestro arroz, nuestro minuto,
como si no fuéramos cómplices del luto...
del corazón.




Los versos del Subcomandante. La primera versión se la dio Carbonell a Marcos, Joaquín no se presentó a la cita. Se ha añadido una parte sabiniana. Pancho Varona