miércoles, 1 de septiembre de 2010

Puff

Esta manía de saberme ángel,

sin edad,

sin muerte en qué vivirme,

sin piedad por mi nombre

ni por mis huesos que lloran vagando.

¿Y quién no tiene un amor?

¿Y quién no goza entre amapolas?

¿Y quién no posee un fuego, una muerte,

un miedo, algo horrible,

aunque fuere con plumas,

aunque fuere con sonrisas?

Siniestro delirio amar a una sombra.

La sombra no muere.

Y mi amor

sólo abraza a lo que fluye

como lava del infierno:

una logia callada,

fantasmas en dulce erección,

sacerdotes de espuma,

y sobre todo ángeles,

ángeles bellos como cuchillos

que se elevan en la noche

y devastan la esperanza.

(Exilio - Alejandra Pizarnik)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"Siniestro delirio amar a una sombra."

Apago la lámpara. El peso de mi cabeza en una mano, que llora.

El Gaucho Santillán dijo...

Es un bello poema.

Un abrazo.

Nina Regina dijo...

Así es! tan bello...

Nina Regina dijo...

Anónimo venezolano, no llore!