miércoles, 15 de septiembre de 2010

Abandónica

Se supone que uno no debería abandonar a sus amigos, o al menos eso pensaría cualquier persona socialmente adaptada y de buenas costumbres, entre las cuales me incluyo. M y yo fuimos amigas de acuerdo a esas mismas convenciones. Compartimos muchas experiencias, convicciones, desalientos, rencores. En todo el tiempo que duró nuestra amistad yo sentía esa presión sobre mi cabeza del no abandonarás a un amigo: ese había sido mi compromiso conmigo misma y con ella, sin importar lo que dijeran las circunstancias. Sabía que no sería fácil, por la propensión de M a entrar en ciertos períodos oscuros en los que se olvidaba de mi existencia y de los que emergía dolida y heroica (su vida siempre parecía mucho más difícil que la de cualquier hijo de vecino). Pero yo cargaba el estandarte autoimpuesto de que no la abandonaría, porque así debían de comportarse los amigos.
Sin embargo, no cumplí. Si bien le había asegurado que, aún después de las desavenencias, las desapariciones, los reclamos y demases, yo iba a estar esperando al final del túnel, no lo hice. Como un río que se queda seco de repente, un día me propuso reencontraros después de algún tiempo de distancia y no encontré respuesta para darle. Nuestra amistad había quedado vacía de sentido como una casa abandonada. Así nomás y sin mediar explicaciones, se interrumpió nuestra comunicación y no volví a saber más de M ni ella de mi. Al principio, transcurrían los días y me parecía que sólo estaba buscando las palabras para contestarle, quizás para asentir, quizás para dar lugar algún berrinche. Pero nada tenía sentido, todo era tedio.
A veces pienso cómo sería volver a encontrarnos casualmente en algunos años, meses o semanas. Quizás el rencor desaparezca, para dar lugar a la indiferencia o la curiosidad. Creo que ya no siento culpa por haberla abandonado: honestamente y más allá de mis mejores intentos, no pude encontrar ningún eco para su llamada.
Así que pensé en rendirle este pequeño homenaje. A una amistad abandonada, un juicio sin condena, o una condena sin castigo.

12 comentarios:

SOL dijo...

No te sientas culpable, en la amistad, como en cualquier tipo de relación, la historia es de a dos. Si las dos no tiraban para el mismo lado, no sirve.

El Gaucho Santillán dijo...

No necesitas cuidar tanto, algo que te pertenece.

Si es tuyo, volverà.

Si se fue, nunca fue tuyo.

La gente cambia.

Cambiamos.

In abrazo.

I. dijo...

A mí también me pasó. Tu M es como mi P. Ahora estamos en pleno proceso de divorcio (?)

Nina Regina dijo...

puff, si, así parece. La gente cambia.
Me cuesta aceptar que las relaciones se terminen, me parece que pone en duda todo lo anterior...
Pero sí, de nada sirve sentirse culpable...

Panqueca dijo...

Lo que voy a decirte capaz me haga quedar como una forra, pero es la filosofía de vida que me sirve porque me parece la más real: la amistad (y cualquier relación) es solo una relación de uso. Uno se relaciona con gente que de alguna forma le sirve, cuando deja de servirle, se aleja.
Oh, que terrible confesión acabo de hacer! jaja!
Pero es solo un punto de vista, para mi las relaciones funcionan así.
Un beso grande nina!

Seba dijo...

La amistad es como el amor, si no lo alimentás se muere.

efa dijo...

no soy catedrático de la amistad pero sí se q hay amistades q indefectiblemente se pierden en la carretera.
Buen cierre de texto!
efa

Nina Regina dijo...

Es cierto, las relaciones son utilitarias en cierta medida, a nadie le gusta pensarlo así pero es la cruda realidad...
en mi caso, nunca pensé que una amistad podría terminar de esta manera, cayendo en el mutismo y el abandono mutuo, pero parece que así son las cosas y tendré que aceptarlo!

Sucuchito dijo...

Yo coincido con "Seba", hay que alimentar la amistad para que no muera o para que no sea una amistad de esas que te juntas a recordar tiempos pasados sin vivir el presente. Y la amistad es lo unico que se elige porque no elegis familiares ni de quién te enamoras, pero el amigo se elige y eso es lo mejor de la amistas.
No conocia la versión de Jamie Cullum!
En cuanto a mi blog, a mi me gusta mucho la versión de High and Dry de Drexler aunque ningun cover se acerque jamas a las canciones originales. Y Juno me encanta.

Gabriel I. dijo...

Nina, comparto lo que dice Sol: la amistad es de a dos. Nos guste o no, es así. Todos hemos tenido/tenemos nuestros/as M, y llega un momento en que por X razones uno se va distanciando (y viceversa). Pensalo como las ramas del árbol, que cuando nacen están cerquita pero con el paso del tiempo se van separando. Ojo, quién te dice que en algún momento se vuelvan a cruzar... La vida da vueltas.

Saludos!

Mariana dijo...

A mi me pasa seguido, pero creo que más allá de las desilusiones y peleas que una pueda tener con sus amigos, también depende la relación de en que momento de tu vida estés y demás.

QSUM dijo...

Cosas que pasan, tambien el temita de las amigas que SIEMPRE tienen un drama Agota!
Cualquier hijo de vecino te perdona una cosa asi, olvidate. Sos bienvenida en el cielo de los que pecamos de otras cosas, de avandonar amigos, no.