viernes, 16 de octubre de 2009

Llegar tarde -a ningún lado-

"llegué tarde a muchas cosas. Que es algo que recomiendo mucho: recomiendo mucho llegar tarde. Fui como Don Fulgencio, fui muy viejo –muy muy viejo– entre los 10 y los 28. Agoté la vejez entre los 10 y los 28 y a partir de los 28, 30 decidí que iba a involucionar vertiginosamente" [Alan Pauls]

1 comentario:

o'' dijo...

Hola, me gusta tu blog...

Elegí este post para hacer mi primer comentario porque a medida que lo leía, sentía que lo podría haber escrito yo mismo. Que hablaba de mí.

Está bueno involucionar, a veces te puede agarrar un miedo de tipo residual, propio aquellos años de vejez. En esos casos, es importante recordar que esa es una etapa terminada y que este es momento de ser joven e irresponsable, y de pensar menos en las consecuencias de largo plazo.